MARÍA, LUZ EN LOS LLAMADOS DE LA IGLESIA
¿Quieres iniciar tu oración escuchando una melodía...?
(Regula los parlantes y dale play)
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Saludamos a nuestro Dios: En el nombre ✜ del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial para todos los días del mes (Ver columna derecha de esta página).
Presentación de la Palabra de Dios: María, madre de los discípulos de Jesús, vivió de modo excelente y único la relación con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Texto bíblico: Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 28, 16 - 20
Por su parte, los Once discípulos partieron para Galilea,
al monte que Jesús les había indicado.
Cuando vieron a Jesús, se postraron ante él,
aunque algunos todavía dudaban.
Jesús se acercó y les habló así:
«Me ha sido dada toda autoridad en el Cielo y en la tierra.
Vayan, pues, y hagan que
todos los pueblos sean mis discípulos.
Bautícenlos en el Nombre del Padre
y del Hijo y del Espíritu Santo,
y enséñenles a cumplir todo
lo que yo les he encomendado a ustedes.
Yo estoy con ustedes todos los días
hasta el fin de la historia.
Palabra del Señor.
Reflexión:
El documento de Aparecida nos invita a estar en la escuela de María discípula del Señor, meditemos este texto que se nos presenta como una síntesis:
“La máxima realización de la existencia cristiana como un vivir trinitario de «hijos en el Hijo» nos es dada en la Virgen María quien, por su fe y obediencia a la voluntad de Dios, así como por su constante meditación de la Palabra y de las acciones de Jesús, es la discípula más perfecta del Señor.
(…) María, con su fe, llega a ser el primer miembro de la comunidad de los creyentes en Cristo, y también se hace colaboradora en el renacimiento espiritual de los discípulos. Del Evangelio, emerge su figura de mujer libre y fuerte, conscientemente orientada al verdadero seguimiento de Cristo. Ella ha vivido por entero toda la peregrinación de la fe como madre de Cristo y luego de los discípulos, sin que le fuera ahorrada la incomprensión y la búsqueda constante del proyecto del Padre. Alcanzó, así, a estar al pie de la cruz en una comunión profunda, para entrar plenamente en el misterio de la Alianza”.
Este texto que es como una síntesis del recorrido que hemos realizado en este Mes de María.
Destaca la vivencia de María en la Santísima Trinidad.
Con fe y obediencia a Dios.
Con meditación de la palabra y de las acciones de Jesús.
Oremos
Oremos por todos los bautizados, que hemos recibido la gracia en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, para que entrando en comunión con la Santísima Trinidad sepamos vivir como discípulos.
Pidamos al Seños crecer en la capacidad de discernir su voluntad, y con la comunidad ponerla al servicio del Reino.
Oremos también para que nuestro discipulado se haga en comunión con las búsquedas de la sociedad de manera que en ella busquemos las necesidades de formación para un mejor servicio al mundo.
Padre del cielo que envías a tu Hijo Jesús al mundo, para colmar nuestras esperanzas, y ofrecernos un futuro mejor y eterno, aumenta nuestra fe y nuestro amor por ti y los hermanos.
Señor Dios nuestro, tú nos amas y por eso esperas que practiquemos tu bondad y tu justicia. Que Jesús permanezca con nosotros para que tus anhelos y los nuestros se hagan realidad.
(Añada las oraciones que vienen a su corazón con la escucha de la Palabra).
Oración final para todos los días del mes. (Ver columna derecha de esta página).
Conclusión