MES DE MARÍA - DÍA 11


MARÍA, SEÑORA DE LA NUEVA ALIANZA

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(Regula los parlantes y dale play)


Saludamos a nuestro Dios: En el nombre ✜ del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración inicial para todos los días del mes (Ver columna derecha de esta página).

Presentación de la Palabra de Dios: En María y su peregrinar de fe, hay novedad. Una nueva alianza. Y a la vez hay continuidad con la fe de su pueblo y la historia que Dios allí va realizando.

Texto bíblicoEvangelio de N.S.J.C. según san Lucas 1, 39-41

“Por aquellos días, María se puso en camino y fue de prisa a la montaña, a una ciudad de Judá. Entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y cuando Isabel oyó el saludo de María, el niño saltó en su seno”.


ReflexiónEl texto es muy rico y con variados símbolos, proponemos sólo tres:

1. ¿Qué puede significar esta visita?

  El evangelio de Lucas (1, 36) desea proponer vínculos familiares entre María e Isabel: “Mira, tu pariente Isabel también ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que todos tenían por estéril”. Esta relación hace que María, como los profetas, “se ponga en marcha” con absoluta decisión.

2. Por otra parte, nos invita el evangelista a un encuentro entre lo viejo y lo nuevo. Lo viejo es el antiguo pueblo de Israel con sus tradiciones, y lo nuevo es lo que está en María, en su seno. El viejo pueblo se llena de alegría, pues la vejez y la esterilidad ven de nuevo la vida, y la vida en abundancia.

“La visita de María a Isabel es el encuentro de las dos alianzas y el anuncio gozoso de los tiempos nuevos”.

3. Con la ida a visitar a su prima Isabel se puede ver también a aquella que trae al mensajero de la paz, convirtiéndose de este modo, en “la primera mensajera del Evangelio de Dios: lleva desde Galilea a la región de Judá la noticia de la paz, la felicidad y la salvación”.

Oremos

Oremos por nuestra Iglesia, para que como María se ponga en marcha, en especial en este tiempo de Misión. Que sepamos visitar al alejado y al que nos puede edificar en nuestro seguimiento del Señor.

Oremos también por nuestras tradiciones pastorales, espirituales y litúrgicas que son verdaderos encuentros con las historias de salvación en nuestra comunidad, para que sepamos vivirlas en profundidad.

Demos gracias al Señor por todas aquellas personas que construyen la paz en la fraternidad en nuestra comunidad y en el país.

Padre Celestial, Dios nuestro, no sabemos la hora en que Jesús vendrá, pero estamos seguros de que tu amor no fallará. Guárdanos vigilando en esperanza con la firmeza de María nuestra madre,  y ayúdanos a servir a los hermanos, para que tú nos recibas un día en tu casa eterna.

(Añada las oraciones que vienen a su corazón con la escucha de la Palabra).

Oración final para todos los días del mes. (Ver columna derecha de esta página).

Conclusión

Nos bendiga Dios Todopoderoso, ✜ Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén.