MARÍA: PRIMERA DISCÍPULA
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Saludamos
a nuestro Dios: Hoy, 24 de noviembre. En el nombre ✜ del Padre,
y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Oración
inicial
para todos los días del mes (Ver columna derecha de esta página).
Presentación
de la Palabra de Dios:
Es muy llamativo el tema de hoy. Considerar a la Virgen como primera discípula
del Señor. Es muy relevante contemplar la forma como ella, sabiendo que había
traído en su seno al Hijo de Dios, trató a Jesús.
Texto
bíblico: Evangelio
de N.S.J.C. según san Lucas 2, 51-52
“Bajó con ellos a Nazaret, donde
vivió obedeciéndolos. Su madre conservaba cuidadosamente todos estos recuerdos
en su corazón. Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en aprecio
ante Dios y ante los hombres”.
Palabra del Señor
Reflexión:
A lo largo de la vida oculta de
Jesús en la casa de Nazaret, también la vida de María está «oculta con Cristo
en Dios» (cfr. Col 3, 3), por medio de la fe.
Pues la fe es un contacto con el
misterio de Dios. María constantemente, y diariamente, está en contacto con el
misterio inefable de Dios que se ha hecho hombre, misterio que supera todo lo
que ha sido revelado en la Antigua Alianza.
Desde el momento de la anunciación,
la mente de la Virgen-Madre ha sido introducida en la radical «novedad» de la auto-revelación
de Dios y ha tomado conciencia del misterio.
Es la primera de aquellos
«pequeños», de los que Jesús dirá: «Padre... has ocultado estas cosas a sabios
e inteligentes, y se las has revelado a pequeños» (Mt 11, 25). Pues «nadie
conoce bien al Hijo sino el Padre» (Mt 11, 27).
¿Cómo puede, pues, María «conocer
al Hijo»? Ciertamente no lo conoce como el Padre; sin embargo, es la primera
entre aquellos a quienes el Padre lo ha querido revelar» (Cf. Mt 11, 26-27; 1
Cor 2, 11). Pero si desde el momento de la anunciación le ha sido revelado el
Hijo, que sólo el Padre conoce plenamente, como Aquél que lo engendra en el
eterno «hoy» (cfr. Sal 2, 7), María, la Madre, está en contacto con la verdad
de su Hijo únicamente en la fe y por la fe.
Es, por tanto, bienaventurada,
porque «ha creído» y cree cada día en medio de todas las pruebas y
contrariedades del período de la infancia de Jesús y luego durante los años de
su vida oculta en Nazaret, donde «vivía sujeto a ellos» (Lc 2, 51): sujeto a
María y también a José, porque éste hacía las veces de padre ante los hombres;
de ahí que el Hijo de María era considerado también por las gentes como «el
hijo del carpintero» (Mt 13, 55).
Oremos
Estar con Jesús es entrar poco a
poco en su misterio, en íntima relación con el Padre. Acojamos este momento de
María y pidámosle al Señor, la gracia de disfrutar en su presencia.
Encomendemos también a todos los
niños de nuestra comunidad, que se preparan para este encuentro personal con el
Señor, y a sus padres, para que sepan acompañarlos en este camino que inician.
Pongamos en la presencia del Señor
a los educadores, catequistas y a los padres de nuestros niños para que sepan
guiarlos a la contemplación de Jesús en su infancia.
(Añada las oraciones que vienen a
su corazón con la escucha de la Palabra).
Oración
final
para todos los días del mes. (Ver columna derecha de esta página).
Conclusión
Nos bendiga Dios Todopoderoso, ✜ Padre,
Hijo y Espíritu Santo. Amén.