MARÍA, MADRE DE LOS DISCÍPULOS
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(Regula los parlantes y dale play)
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Saludamos a nuestro Dios, en este martes 27 de noviembre: En el nombre ✜ del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial para todos los días del mes (Ver columna derecha de esta página).
Presentación de la Palabra de Dios: Un episodio sin duda muy doloroso es el que vivió la Virgen al pie de la cruz. Veamos el mensaje que nos deja este texto.
Texto bíblico: Evangelio de N. S. J. C. según san Juan 19, 25-27
“Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María la mujer de Cleofás, y María Magdalena. Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo a quien tanto amaba, dijo a su madre:
- Mujer, ahí tienes a tu hijo.
Después dijo al discípulo:
- Ahí tienes a tu madre”.
Palabra del Señor
Reflexión:
Jesús, en el evangelio de Juan, va a Jerusalén, puesto que ha llegado la hora en que glorificará al Padre. Es la hora de esperanza y decisiva, de pasar de este mundo al Padre, la hora del amor y de la entrega por lo suyos.
En este momento está María de pie junto a la Cruz de Jesús.
Aparece también el “discípulo amado” que propone a un discípulo ideal o modélico de Jesús, siempre fiel y creyente. Él, representa a toda la comunidad.
María acompaña a Jesús en su muerte y a ella se le encarga el cuidado del discípulo o dicho de otra manera, el discípulo es encomendado a los cuidados maternales de María.
Desde esa hora de la Pascua, la comunidad del discípulo pertenece a María, la Mujer y la Madre. Por eso, la comunidad, obediente a la palabra de Jesús, desde esa hora la recibió en su casa.
Surge, aquí, una nueva relación de familia bajo la maternidad de María que acompaña y acoge a los discípulos del Señor.
Oremos
Demos gracias al Señor que nos ha dejado a María como madre de los discípulos para que al pie de la cruz lo sigamos hasta su resurrección.
Oremos por nosotros, los discípulos, para que sepamos acoger en nuestras comunidades a la Virgen María, modelo de fe y entrega.
Oremos también por la Iglesia para que como María a los pies de la cruz de Jesús, sea ella misma cada vez mas discípula y misionera.
Pongamos en la presencia del Señor a los educadores, catequistas y a los padres de nuestros niños para que sepan guiarlos a la contemplación de Jesús en su infancia.
(Añada las oraciones que vienen a su corazón con la escucha de la Palabra).
Oración final para todos los días del mes. (Ver columna derecha de esta página).
Conclusión