VIRGEN
MARÍA: LLENA DE GRACIA
Saludamos a nuestro Dios: En el nombre ✜ del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial para todos los días del mes (Ver columna derecha de esta página).
Presentación de la Palabra de Dios: Les invitamos hoy a sentir, con María, el llamado a estar "llena de gracia". Nosotros que somos de esta generación que todo lo deseamos palpar, nos preguntamos qué podrá significar estar llenos de gracia.
Texto bíblico: Lc 1, 28-29
"El ángel entró donde estaba María y le dijo:
- Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.
Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué significaba tal saludo".
Palabra de Dios
Reflexión: Hemos escuchado el relato del saludo del Ángel a María. Este anuncio será para María el inicio del encuentro con el misterio de Cristo.
El nombre que recibe es "llena de gracia".
La Biblia contiene otro pasaje en el que se la llama de manera semejante: «bendita entre las mujeres» (cfr. Lc 1, 42).
¿Que podrá significar llena de gracia?
Dios prepara a María con una "bendición espiritual, que se refiere a todos los hombres, y por la cual somos llamados a una vida plena que brota del amor entre el Padre y el Hijo, por medio del Espíritu Santo".
Sin embargo, esta bendición se refiere a María de modo especial y excepcional. El mensajero saluda a María como «llena de gracia»; la llama así, como si éste fuera su verdadero nombre. No la llama con el nombre que le es propio en el registro civil: «Miryam» (María), sino con este nombre nuevo: «llena de gracia».
En el lenguaje de la Biblia «gracia» es un don especial que tiene la propia fuente en la vida trinitaria de Dios mismo, de Dios que es amor (cfr. 1 Jn 4, 8).
Fruto de este amor es la elección del hombre, es como un germen que posibilita la santidad.
Sin embargo, el saludo y el nombre «llena de gracia», se refieren ante todo a la elección de María como Madre del Hijo de Dios y al mismo tiempo, la hace plena. Y por esta elección se cumple el plan de Dios para la humanidad de manera excepcional y única. De este modo, como enseña el Concilio Vaticano II, María «sobresale entre los humildes y pobres del Señor, que de Él esperan con confianza la salvación ».
Oremos
Oremos hoy por la santidad de nuestro país y demos gracias por los Santos que hoy nos acompañan: por el Padre Hurtado, Santa Teresa de los Andes y los beatos Laura Vicuña y Ceferino Namuncurá.
Oremos también por la santidad de nuestra Iglesia, en especial la de sus pastores, obispos, sacerdotes y diáconos, para que en oración y a los pies de María puedan crecer en la gracia recibida.
Oremos también por todos los creyentes, por todos católicos o de otras denominaciones cristianas, que ven en María un modelo de santidad, para que desde su mirada amorosa nos fortalezca en la gracia del bautismo, gracia de santidad.
Padre Bondadoso, sabemos que nos amas y cuidas de nosotros con ternura de padre y madre. Por intercesión de María, tu elegida, te confiamos todos nuestros afanes y preocupaciones. Como Tú eres generoso con nosotros, haznos generosos con los demás.
(Añada la oraciones que vienen a su corazón con la escucha de la Palabra).
Oración final para todos los días del mes. (Ver columna derecha de esta página).
Conclusión
Nos bendiga Dios Todopoderoso, ✜ Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén.
