MES DE MARÍA - DÍA 19


MARÍA: SERVIDORA DEL DISCÍPULO

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Saludamos a nuestro Dios: Hoy, lunes 26 de noviembre. En el nombre  del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración inicial para todos los días del mes (Ver columna derecha de esta página).

Presentación de la Palabra de Dios: En la primera salida pública de Jesús que nos muestran los evangelios, San Juan nos propone el episodio de las bodas de Caná. Contemplemos a María en este relato.

Texto bíblicoEvangelio de N. S. J. C. según san Juan 2, 1-5

“Tres días después, hubo una boda en Caná de Galilea. La madre de Jesús estaba invitada. También lo estaban Jesús y sus discípulos. Se les acabó el vino, y entonces la madre de Jesús le dijo:

-    No les queda vino.

Jesús le respondió:

-    Mujer, no intervengas en mi vida; mi hora aún no ha llegado.

La madre de Jesús dijo entonces a los que estaban sirviendo:

-    Hagan lo que Él les diga.
Palabra del Señor
Reflexión:

Según San Juan, este relato señala el comienzo de una semana en la que Jesús realiza diversos signos, que tiene por objetivo mostrar a Cristo, el Señor, para que los discípulos crean.

Jesús da inicio a una boda que no tendrá fin y en la que abundan el vino y la alegría definitiva con un vino nuevo en el Reino de Dios. Se revela así la gloria de Dios.

María es llamada aquí la “Madre de Jesús” y “mujer”. Sus roles son de:

-   Intercesora. María presenta sencillamente a Jesús la necesidad de los que participan en la fiesta de Bodas: “No tienen vino”. No pide un milagro, pero sí espera que Jesús haga algo. Hay confianza en Él.

-   Evangelizadora. Indicando a los servidores de la fiesta les dice: “Hagan lo que Él les diga”. Estos servidores somos todos los que acompañamos de alguna manera en nuestras familias, en las comunidades, en la parroquia. Son los servidores del pueblo nuevo en la nueva alianza. Son en definitiva los que siguen a Jesús.

El mensaje es claro. Acoger, escuchar y vivir la palabra de Jesús. Ella no es el centro, porque ella también es la Servidora del Señor.

Oremos

En María vemos su poder de intercesión, oremos al Señor para que como Iglesia no perdamos el don de rezar y de preocuparnos los unos por los otros.

En María, vemos la fe y la confianza en Jesús. Él sabrá darnos vino nuevo para un nuevo tiempo hasta la fiesta definitiva en el Reino. Oremos al Señor para que nos fortalezca en la fe.

Oremos también hoy por los matrimonios, para que sean cada vez más sacramento de Cristo y de la Iglesia, de modo que la vida de fe pueda ser observada por muchos como un testimonio.

Pongamos en la presencia del Señor a los educadores, catequistas y a los padres de nuestros niños para que sepan guiarlos a la contemplación de Jesús en su infancia.

(Añada las oraciones que vienen a su corazón con la escucha de la Palabra).

Oración final para todos los días del mes. (Ver columna derecha de esta página).

Conclusión

Nos bendiga Dios Todopoderoso,  Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén.